¿Se debe flexibilizar el toque de queda en Navidad? Unos a favor, otros en contra
Los sectores están definiendo su postura, inclinándose a uno y otro lado. Por ejemplo, la cúpula de la Iglesia católica fijó que deben mantenerse las medidas, puesto que la población debe terminar el sacrificio que lleva meses haciendo.
El Gobierno mantiene las medidas para preservar la salud, tratando de evitar posibles rebrotes. El gran temor viene de fuera: países como Italia y España han sufrido fuertes recaídas, y han tenido que retroceder ante el monstruo viral.
Las autoridades ya extendieron por 20 días más el toque de queda, y el ministro de Industria, Comercio y Mipymes, Víctor -Ito- Bisonó, dejó claro que “la salud está primero que todo lo demás”.
La actuación oficial es corroborada por la cúpula católica. En efecto, el presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, monseñor Freddy de Jesús Bretón, advierte que el sacrificio que se ha hecho no debe desperdiciarse, pues entonces el final sería más trágico que el principio. Lo dijo después de un encuentro con el presidente de la República en el Palacio Nacional.
La postura conservadora, expresada así por el clero católico, tiene un ala radical: los que piensan que no solo deben mantenerse las medidas, sino que deben ser restringidas aún más.
A esos radicales pertenece la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH), cuyo presidente, Leonel Castellanos, estableció la posición este miércoles, realzando el valor de la vida por encima de francachelas de fin de año. Nada se compara con la vida, es su conclusión.
Otros son más flexibles, solicitando un poco más de libertad. Se repite, así, el grito de 1961: “¡Navidad con libertad!”. Claro, ese pregón nada tiene que ver con el de hoy: si aquel lo era contra la agonía trujillista, este lo es contra la pandemia feroz.
Eduardo Balcácer, presidente de la Asociación Dominicana de Empresas de Comunicación Comercial (ADECC), pide flexibilidad, aunque sin descuidar la salud. Él cree que ambas cosas se pueden conciliar. Otros piensan como él.
Un grupo de merengueros típicos protestó pacíficamente cerca del Palacio Nacional, exigiendo que los dejen trabajar. Están desesperados, porque llevan meses sin trabajar y están abrumados por las deudas.
Las violaciones al toque de queda han sido muy frecuentes. Abundan los vídeos donde se observa gente congregada, irrespetando el distanciamiento físico.
¿Qué piensa usted?-